Tendidos en la hojarasca
Sobre un manto de musgo verde
Miramos pasar la vida
Del futuro hacia el presente
Al fondo del jardín
Escucho mi propia voz
Murmurando en un dialecto
Que no logro traducir
Y miro a las orquídeas
Radiantes de misterio
Luego viene un resplandor de niebla azul
Y el jardín se disuelve
Bienvenidos al retablo de la ensoñación
Escaleras que atraviesan el vacío
Bienvenidos a la eterna predisposición
De asomarse a los espacios restringidos
Tus manos se vuelven piedra
Las piedras se vuelven flor
Y en el centro de la naranja
Una avispa esconde al sol
Las sombras de la tarde
Avanzan hacia mí
Y hacen más inquietante a un mundo
Inquietante de por sí
Atravesamos juntos
El umbral del laberinto
Sin imaginar que tú habrías de cruzar
La salida primero
Bienvenidos al retablo de la ensoñación
Escaleras que conducen hacia el sol
Bienvenidos a este mundo que se construyó
Con la lógica del sueño de una flor