Esa madrugada nunca se me olvida
Tratamos de cruzar al otro extremo
El alma de la noche se extendía
Como un manto negro y sin estrellas
Sin estrellas
Esa madrugada nunca se me olvida
Tuvimos un encuentro con el fuego
Surgido en ese momento
En un cuarto sin luces
Sin techo y sin estrellas
Tus ojos eran piedras encendidas
Y en la oscuridad tu voz diciendo:
APARECE, APARECE
Esa madrugada nunca se me olvida
Abriste una rendija para el miedo
Un latigazo de duda
Una sombra a la izquierda
Frente al salto al vacío
Tus manos eran de materia fría
Y en la oscuridad tu voz pidiendo:
APARECE, APARECE